Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

miércoles, 25 de julio de 2012

El Barroco brasileño
"Anjo no nome, Angélica na cara,
Isso é ser flor, e Anjo juntamente,
Ser Angélica flor, e Anjo florente,
Em quem, se não em vós se uniformara?
Quem veria uma flor, que a não cortara
De verde pé, de rama florescente?"

O Barroco brasileño

En el siglo XVII, en Brasil surge un literatura propia a patir de los escritos nacidos en la colonia, cuando las primeras manifestaciones valorando la tierra surgen.
"En Brasil hubo ecos del Barroco europeo durante los siglos XVII y XVIII: Gregorio de Matos, Botello de Olivera, Fray Itaparica y las primeras academias repitieron motivos y formas del barroquismo ibérico e italiano."
"En la segunda mitad del siglo XVIII, el siglo del oro ya daría un sustrato material a la arquitectura, a la escultura y a la vida musical, de suerte que es cierto hablar de un Barroco brasileño, y hasta mismo de las Minas Gerais, cuyos ejemplos más significativos fueron algunos trabajos de Aleijadinho, de Manuel da Costa Ataíde y composiciones sacras de Lobo de Mesquita, Marcos Coelho y otros..." (BOSI, Alfredo. Historia Concisa da Literatura Brasileira - São Paulo: Cutrix, 1994.)
Para el escritor Antonio Candido la literatura que no presenta esos elementos solidos - obra, píblico, autor - no es capaz de formar un sistema y, por ello, no pasaría de manifestación literaria. Entonces autores como Antonio Vieira y Gregorio de Matos no son considerados por el escritor como representantes de la literatura brasileña, pues no contribuyeron para su formación por no influenciar otros autores. (CÂNDIDO, Antonio. Formación de la Literatura Brasileña: Momentos decisivos. 6º ed. Belo Horizonte: Editorial Itatiaia, 1981)
La sociedad colonial brasileña
El Barroco aparece  cuando ya se había pasado cerca de cien años de presencia colonizadora portuguesa en territorio brasileño; la población ya se había multiplicado en las primeras villas y alguna cultura nativa ya había lanzado semillas. El Barroco parece que no fue, el vehículo  inaugural de  la cultura literaria brasileña, pero floreció a lo largo de la mayor parte de su historia de un poco más de quinientos años, en en período en que los habitantes luchaban por establecer una economía auto-sostenible, contra una naturaleza salvaje y pueblos indigenas no siempre amigables, hasta donde permitiera su condición de colonia pesadamente explotada por la metrópoli. El territorio conquistado se expandía en largos pasos para el interior del continente, la población de origen lusa aún mal arraigada a la costa estaba en constante estado de alerta contra los ataques de indios por el interior y piratas por mar, y en esta sociedad en proceso de fundación se instauró la esclavitud como base de la fuerza productiva.


Principales características del Barroco brasileño
  • Culto exagerado de la obra, sobrecargando la poesia de figuras de lenguaje.
  • Dualidad: el poeta se siente dividido y confundido a causa de la dualidad de ideas.
  • Los contrastes: conflicto entre bien y mal, cielo e infierno, Dios y el diablo, también entre lo material y lo espiritual, el pecado y el perdón.
  • Pesimismo, que es resultado de la confusión causada por la dualidad.
  • Literatura moralista, ya que era usada por los padres jesuitas para enseñar la fé y la religión.
  • El Barroco revela la búsqueda del nuevo y de la sorpresa, el gusto por la dificultad.

Al fin y al cabo, como dijo el escritor Alfredo Bosi: "en fin todos los procesos que reorganizan el lenguaje común en función de una nueva realidad: la obra, el texto, la composición"