Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

lunes, 14 de octubre de 2013

MÁS ALLÁ DEL ACTO DE LEER



Tras la independencia política de Brasil, en 1822, se constató que en una población de 14 billones de habitantes, cerca de 85% eran analfabetos.

Los resultados del pronóstico realizado (BRASIL, 2001, p.74) registran la existencia de 16 millones de analfabetos en Brasil, aunque haya progresado con relación a la universalización de la educación.
(CHILANTE; NORMA, 2007, p.6)


“El acto de leer que no se agota en la decodificación pura de la palabra escrita o del lenguaje escrito, sino que se anticipa y se alarga en la inteligencia de mundo” 

“La lectura del mundo precede la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de esta no pueda existir sin la continuación de la lectura de aquel.” La comprensión del texto a ser alcanzada pasa por la lectura crítica del texto e implica en la percepción de la relaciones entre texto y contexto.” (Paulo Freire)

        El texto y el contexto de conocimiento previo se anticipan al conocimiento del texto escrito y leído. La comprensión crítica del acto de leer que va más allá de la decodificación de un texto. La lectura del mundo es tener un conocimiento previo de este mismo mundo, saber interpretarlo viene antes de la lectura de palabra-mundo.

        Una lectura crítica implica una comprensión del texto y del contexto. Nuestra experiencia y conocimiento por menor que sea, tiene que venir antes de todas las demás experiencias del mundo de las primeras lecturas.

        La lectura e interpretación del mundo de cada uno es de suma importancia para la formación del carácter y no hará del niño un hombre anticipado. Existe un encuentro, un punto X entre la experiencia de la interpretación del mundo y la lectura del texto escrito. En algún momento hay un roce entre estos dos mundos, entre los dos contextos. Es cierto que hay un roce no una ruptura.

        El hecho de saber interpretar la palabra-mundo disfrazada de textos y estructuras, va más allá del mecanicismo de enseñar contenidos memorizados por la fuerza. La alfabetización es la creación o el montaje de la expresión escrita de la expresión oral. Este montaje no puede ser hecha por el educador para o sobre el alfabetizando. Ahí tiene él educador un momento de su tarea creadora” 

        En verdad la lectura e interpretación del mundo precede la lectura de la palabra-mundo y también ayuda en la forma en la cual interpretamos y rescribimos este mismo mundo. Sería una lectura crítica, porque el acto de leer implica siempre una interpretación crítica.

”Decir de la alfabetización de adultos de bibliotecas populares es decir, entre muchos otros, del problema de la lectura y de la escrita. No de la lectura de palabras y de su escrita en si propias, como si leerlas y escribirlas no implicase otra lectura, previa y concomitante a aquella, la lectura de la realidad misma.”  (Paulo Freire)

        Para Paulo Freire la educación tiene que ver con el acto político, sería imposible una educación que no se basara y que no estuviera a servicio de la política. Principalmente en Brasil la educación siempre estuvo ligada a la ascensión y al poder de la élite dominante.

“A la medida en que comprendemos la educación, de un lado, reproduciendo la ideología dominante, mas, de otro, proporcionando, independiente de la intensión de quien tiene el poder, la negación de aquella ideología.”  Para Paulo Freire la educación no solo reproduce el poder de las ideologías dominantes, sino también niega esa ideología mediante el confronto de las realidades de los educandos y educadores y del propio poder.

 “Nada podrá ser hecho antes que una generación completa de gente buena y justa asuma la tarea de crear la sociedad ideal”. Para eso hay que darles las condiciones adecuadas para que ellos las consigan.

 “Lo importante al renunciar a la inocencia y al negar la maledicencia, es que, la nueva caminata que comienza hasta los oprimidos, se deshaga de todas las marcas autoritarias y comience, en la verdad, a creer en las masas populares”. Importante es separarse de la visión mágica y autoritaria de la alfabetización adulta, que no hay porción mágica, tampoco palabras mágicas que son impuestas o donadas al alfabetizando.

        La Educación brasileña está conforme el juego del poder. Los programas de educación  que existen  son apenas compensatorios, hechos para las clases populares, visan apenas minimizar las tensiones.






martes, 23 de julio de 2013

El Imperio Inca



El Perú es un país ubicado en la América del Sur. Su territorio es de 1.285.216 kilómetros cuadrados; con una población que llega a  30 millones 135 mil 875. Se encuentra situado en la parte occidental del continente, con una frontera de 6.940 km. Sus límites territoriales son con: Bolivia, Brasil, Chile, Colombia y Ecuador. El Perú fue la cuna del Imperio Inca.
Los Incas tienen su origen a las orillas del rio Titicaca. Hacia el año 1.300 d.C., una tribu dejó la zona del lago en busca de tierras fértiles. Formaron un ejercicito bien organizado, cerca de medio siglo después los incas ya reinaban sobre un imperio de 10.000.000 de personas. 

EL ORIGEN DE LOS INCAS

El origen de los incas remonta a la segunda creación de Viracocha. Aunque la tierra estaba poblada antes de los incas, los hombres que allí habitaban eran salvajes y rudos. No había leyes ni señores naturales elegidos. No se respetaba, no se obedecía y no se pagaba tributos. Los hombres eran incultos, vivían en cuevas, se vestían con la corteza de los árboles y se alimentaban de carne cruda y frutos silvestres. Viracocha se apiadó de esos hombres y les envió sus ocho  hijos – los hermanos eran Ayar Auca, Ayar Cachi, Ayar Uchu. Las hermanas eran Mama Ocllo, Mama Huaco, Mama Cora y Mama Raua - todos estaban bajo el mando de Manco Cápac y Mama Ocllo. Manco Cápac llevaba además consigo una vara de oro que trataba de hundirla en las tierras donde llegaba.
Los hermanos emprendieron una odisea por las cordilleras hasta encontrar un sitio donde pudiera hundir la vara de oro. En el pueblo de Guanacancha cerca del valle del Cusco los hermanos incas estuvieron algún tiempo sembrando y buscando tierras fértiles. En este pueblo, Manco Cápac se unió a su hermana Mama Ocllo, quien quedó embarazada, pero el sitio no les pareció bueno para fundar un pueblo y entonces siguieron camino. A veces, Manco Cápac probaba la tierra con la vara de oro. Pero el bastón no hundía en la tierra dura.
Por fin los hermanos llegaron a un hermoso valle, Manco Cápac hizo una prueba con la varita de oro que traía y así conocieron la fertilidad de la tierra cuando hincándola una vez, la vara agarró de tal manera que aunque pusiera mucha fuerza no se la pudo arrancar. En el sitio había un cerro peñascoso que los naturales llamaban Kosko, que en quechua significa “ombligo del mundo”, origen o casa. Por eso los incas llamaron así, a su capital, Cuzco. Desde ahí los incas expandieron y conquistaron territorios y vencieron a sus enemigos.
 —"En este valle manda Nuestro Padre el Sol que paremos y hagamos nuestro asiento y morada para cumplir su voluntad. Por tanto, Reina y hermana, conviene que cada uno por su parte vamos a convocar y atraer esta gente, para  doctrinarlos y hacer el bien que Nuestro Padre el Sol nos manda”.
Así era la división del territorio que comprendía varias poblaciones: el territorio hacia el Oriente, es el Antisuyo; la del poniente, el Contisuyo; la del mediodía, el Collasuyo, y la del norte, es el Chinchaysuyo. A estas partes del mundo, los incas llamaron de Tahuanntisuyo.  Gobernando una población que no paraba de crecer a causa de las conquistas, el imperio inca en su apogeo llegó a poseer entre 12 a 15 millones de habitantes. Cuzco capital del imperio inca fue planeada como el cuerpo de un jaguar, animal sagrado para los incas. La fortaleza de Sacsayhuaman era la cabeza del Jaguar.
Los incas se organizaron política y militarmente y de manera tan bien estructurada, que les permitió construir uno de los más grandes y eficiente imperio de las Américas. Conquistaron y expandieron sus territorios y vencieron y esclavizaron a sus enemigos si piedad. Conquistaron casi todas las tribus que vivían a su alrededor y más allá de los posibles límites que abarcaba el imperio. Además del Perú, el sur de Colombia, Ecuador, Bolivia, la mitad de la selva amazónica, el norte de Chile y el norte de Argentina.
La sociedad era organizada jerárquicamente. El Inca era el jefe supremo, le seguía la nobleza de Cuzco, la nobleza de las provincias, el Vilahoma, sumo sacerdote y el pueblo común. Cada provincia tenía un Cápac o gobernador. En cada guaman (provincia) había un Tocricoc (el que mira todo), un enviado del Inca. Cada cien indios había un curaca (capitán). Era un pueblo imperialista. Impusieron la mita: de cada cien indios, las provincias enviaban uno para cultivar las tierras del inca, trabajar en las minas de oro, plata y mercurio, también para servir al ejercicito.
Se aseguraban la sumisión de los pueblos vencidos trasladando poblaciones enteras de un territorio a otro, pues creían el desarraigo los hacía obedientes y sumiso, mientras que el apego a la tierra podría hacerlos rebeldes.

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS

La primera vez que los españoles llegaron al territorio peruano fue en el segundo viaje de Francisco Pizarro en 1527. “Con autorización oficial de la corona española partieron de Panamá al Perú el 20 de enero de 1531, con 180 hombres y 39 caballos. Luego de haber pasado más de cuatro meses en la isla de Puna, desembarcaron en Tumbes, en abril de 1532.”
Cuando llegó a la región que hoy es Perú, Pizarro encontró el imperio inca al borde de una guerra civil. El Inca Huayan Capac, de la dinastía de los Hanan que pertenecía a la élite de Cuzco ya estaba enfermo y había designado como príncipe heredero a su hijo Huáscar. Antes de morir, nombró a otro hijo, Atahualpa, como virrey de una de las regiones más poderosas del imperio del norte, Chinchay-suyo. Cuando murió el Inca supremo, explotó una sangrienta guerra civil entre los dos hermanos. De este combate entre los dos salió vencedor Atahualpa que ordenó la muerte de su hermano, de sus parientes y de sus partidarios.
El 15 de agosto de 1532, Pizarro fundó la primera ciudad española en el Perú, San Miguel de Tangarará. Al mismo 15 de agosto, partió con sus hombres y con algunas tribus indígenas - Tallanes, Jaujas, Huancas y otros - que odiaban a los incas como usurpadores, entonces partió hacia Cajamarca donde sabían que encontrarían el Inca Atahualpa. En Cajamarca los dos adversarios combinaron un encuentro para el día 16 de noviembre en la Plaza de Armas. Atahualpa fue sorprendido por los jinetes españoles y fue hecho prisionero, mientras miles de indios eran asesinados por los soldados y por los perros entrenados para matar.
Atahualpa permaneció prisionero de Pizarro por casi nueve meses. Había ofrecido llenar dos cuartos de plata y uno de oro a cambio de su libertad. Por fin, fue engañado y finalmente fue asesinado en la Plaza de Armas de Cajamarca el 26 de julio de 1533. Algunos incas comandos por Tupac Amaru siguieron luchando contra los invasores principalmente en la fortaleza de Sacsayhuaman.
Entre 1534 y 1542 se creó la Gobernación de Nueva Castilla y Nueva Toledo y se fundó la ciudad de Lima con el nombre de Ciudad de los Reyes. En 1542, la región se convirtió en el Virreinato del Perú. 

BIBLIOGRAFÍA
Inca, Garcilaso de la Vega. Comentarios reales de los incas. II/ Inca Garcilaso de la Vega; ed. y prólogo de Carlos Araníbar - Lima: FCE, 1991.
Mitos españoles: imaginación y cultura – Organización: Silvia Inés Cárcamo. Rio de Janeiro: APEERJ, 2000.
Marcuse, Aída E. – Cuenta América - Lo que Cuentan los Incas: ilustraciones de Oscar Rojas. Ed. Sudamérica S.A., 1999.
WEB



domingo, 10 de marzo de 2013

Canudos: la invención del miedo



“Quem ouvir e não aprender
Quem souber e não ensinar
No dia do juízo
A sua alma penará”

No creemos que la guerra de Canudos haya sido un “reflujo en nuestra historia”, sino el conflicto entre dos Brasis. El Brasil real, miserable y olvidado del sertanero y el Brasil de la “Belle Époque”, de la República Velha: mentiroso, falso, superficial, del latifundio, que al principio se extingue en el Tenentismo de los años 20, en la Semana del arte moderno de 22 y en la Revolución de 30

En 1894 bandos de yagunzos de Canudos propagaban el miedo por los rincones de Bahia, produciendo calorosa e inútil discusión en la Asamblea Estadual. La aldea de Canudos ya era conocida por la reunión de creyentes, fanáticos, cangaceiros, pordioseros, bandoleros y cimarrones que vivían a robos y a salto de matas. Entonces, ¿por qué le era permitida su existencia por las autoridades gubernamentales? Aquella gente inculta y andrajosa, perdida y olvidada en los confines del sertón, estaba en su lugar. Lejos de la civilización; cerca de la barbarie.

Canudos, vieja hacienda de ganado a las orillas del río Vasa Barris, era en 1890 una aldea de cerca de cincuenta casas de barro y caña brava. Ya en 1876, se reunían junto a la vieja hacienda, aún floreciente, una turba sospechosa y desheredada, “armada hasta los dientes”. Gente que se ocupaba casi exclusivamente en tomar aguardiente y fumar pipa de barro en pitos de metro de extensión de tubos de una planta que abundaba en la región.

El Consejero llegó a Canudos en 1893, encontrando el rancho abandonado con la antigua Casa Grande en ruinas y la Iglesia Vieja aún de pie. Antonio Consejero no era un incomprendido, la multitud lo aclamaba como representante natural de sus aspiraciones más altas. Tenía en la actitud, en la palabra y ademanes: la tranquilidad, la altivez y la resignación soberana de un apóstol. Le decía a la gente  lo que necesitaban y les gustaba escuchar. Predicaba de la sequía, de la miseria, de la hambruna, de las epidemias, de los malos políticos, pronosticando el porvenir.

Un vericueto de defensa
Dentro de algunas semanas de 1893, la Aldea Vieja daba lugar a nuevo poblado, cuyas calles eran mal proyectadas, sinuosas y en forma de laberinto. Las casas, hechas de adobe, ya nacían viejas y feas. Al principio estaban cerca de la Iglesia Vieja, luego construcciones más ligeras “parecían obedecer al proyecto de un plan de defensa”. El poblado de Canudos había sido construido con esquemas de serpenteantes trincheras por todos los lados, a veces, le parecía al viajero desavisado un inofensivo rancho, en lo cual el enemigo podía hostigarlo, golpeándole todas las entradas con una única batería de cañones. Pura ilusión. Canudos tenía condiciones tácticas de defensa preestablecidas. La “Troia de Taipa” se cerraba al este por las colinas, al oeste y al norte por las quebradas de las tierras más altas y al sur por las montañas. El pueblo de la ciudadela no se escondía de posibles ataques de jinetes enemigos, los sertaneros esperaban aposentados y parapetados a la vera de los caminos.

La naturaleza alrededor de la aldea era un contraste. Era fea y muerta con paisajes tristes, a veces, no había ni árboles ni matorrales. Territorio abrupto, crispado de quebradas y cañadas; pero donde abundaban las encrucijadas de senderos y veredas: Uauá, Caipã, Jeremoabo, Cocorobó, Cambaio, Calumbi y Rosario. . La caatinga - juazeiro, favela, mandacaru, baraúna, xiquexique, cabeça-de-frade, quipá, caatanduva, mulungu, caraíba, quixabeira, icózeiro, ouricuri, jurema, umbuzeiro  -  agrede y espanta con hojas de gajos torcidos y secos que se entrecruzan. El sol ardiente impera en la quemante resolana del mediodía.

Tierra reseca
El poblado se ubicaba al fondo de los sertones de Piauí, Ceará, Pernambuco y Sergipe. Tierra reseca de veranos calcinados, inviernos torrenciales y riachos que solo se llenan en las épocas de lluvia. En la estación de la sequía, se intercalan días muy calientes y noches frías. Por largos meses de intenso calor a la tierra polvorienta le es negada la humedad escasa del ambiente adusto. El suelo es cuarteado sin mata floreada, donde se marchitan los matorrales. En el mes de marzo, sin crepúsculo, los días son más cortos. El cielo se cubre de nubarrones. Vientos agitan las hojas. Truena; llueve fuerte, e florece la caatinga.

¿Qué tipo de gente vivía en Canudos?
Variopinta colectividad de razas, lugares y oficios vivían en el poblado. Había mujeres beatas; solteras, que en el sertón tiene el peor de los significados: sueltas, sin freno; mozuelas doncellas y honestas madres de familia. Mujeres de todas las edades, todos los tipos, todas las razas: negras, caboclas, mamelucas, cafuzas, rubias y blancas. Todas vestidas lo más sencillo posible, de la manera que exigía el Consejero. El contraste era aún mayor entre los hombres: yagunzos, vaqueros rudos, peones, libertos, esclavos, ex esclavos, cangaceiros, desocupados, indios, pequeños propietarios de tierras expulsados por los terratenientes y los hombres de confianza del Consejero: José Venancio, Pajeú, Lalau, los hermanos Chiquinho y João da Mota, Pedro Grande, el negro Estevão, João Tranca-Pés, Raimundo Boca-Torta, Chico Ema, el valiente Norberto, Quinquim de Coiqui, Antonio Fogueteiro do Pau-Ferro, VilaNova, Macambua, João Abade, Antonio Beato, sacristán y soldado, José Felix, el Taramela, campanero, viejito que cuidaba las iglesias, llavero y mayordomo del culto. Todos cargaban fusiles, carabinas, espingardas, machetes, puñales, porras y garrotes. Malhechores, hombres y mujeres humildes del sertón levantándose en armas para atacar y defenderse de la República. El poblado de Bom Jesus do Belo Monte llegó a tener cerca de 30 mil habitantes.

El Anticristo estaba en el mundo y se llamaba República
Antonio Consejero pregona la desobediencia civil contra la República, quema tablas de edictos cobrando nuevos impuestos. En sus andanzas por  el sertón denuncia a la sequía, el casamiento civil y el nuevo sistema métrico decimal.

La gota que colmó el vaso
En 1896 maderas compradas por el consejero, pero no entregues por determinación y precipitación de un juez, hicieron con que el santón determinara su retirada por la fuerza del depósito municipal. El poblado de Canudos se volvió una amenaza para la orden pública y esta amenaza debía ser extinta. Era necesario aplastar la rebelión “monárquico-restauradora” del interior baiano. 

La República brasileña contra Canudos
La primera expedición llegó a Juazeiro el 7 de noviembre de 1896. La primera victoria de la gente de Canudos fue sobre la policía baiana, que poseía un efectivo de 107 hombres: tres oficiales y ciento cuatro soldados, comandados por el teniente Manuel da Silva Pires Ferreira. Los soldados estaban mal preparados para las andanzas del sertón e inaptos para atravesar caminos con temperaturas altísimas, en una de las regiones más secas de Bahia. 

La segunda expedición fue comandada por el mayor de brigada Febronio de Brito. Llevaba 543 soldados, 14 oficiales, 4 ametralladoras y 2 cañones. Más de 300 soldados huyeron y por lo menos 200 murieron en el confronto con los sertaneros.

La tercera expedición la comandó el general Moreira César, el Corta-Cabezas. Partió de Rio de Janeiro a 3 de febrero de 1897, poseía casi 1.300 combatientes con quince millones de cartuchos, cañones, morteros, máuseres, y etc.

Antes de vencer al sertanero era necesario vencer al sertón. No se estaba delante de una guerra común, clásica, sino de una guerra donde el enemigo, encuerado y acechado, merodeaba por atajos que se hallaban ocultos. Embutidos en los abrigos, los sertaneros hostigaban y jalaban el botín de inexpertos soldados, que llevaban sacones de alta manga, pesadas armas y pantalones comunes. Soldados marchando mecánicamente por sitios descampados, a veces, desarbolados, pedregosos, de subidas y bajadas, de árboles sin hojas llenos de espinas y vaho sofocante. El ejército era presa fácil en una  guerra totalmente al margen de las reglas y convenciones.

El 1897, año infeliz agorero
La cuarta expedición, de 16 de junio a 5 de octubre de 1897, fue conducida por el general Artur Oscar. Poseía seis brigadas y fue dividida en dos columnas: una comandada por el general João Barbosa, con 2.340 hombres y otra por el general Amaral Savaget, con 3.415 hombres; el  5º cuerpo de la policía baiana, formada, también, por 388 yagunzos, además de doce cañones Krupp, un cañón Withworth, “la Matadera” y 5 navíos de la Marina de Guerra brasileña.

 El Consejero falleció a 22 de septiembre de 1897, con ramalazos de posibles heridas causadas por explosivos. El día 5 de octubre tuvo su tumba profanada y su cabeza separada del cuerpo.

La victoria del Anticristo
El triste fin de Canudos fue agonizante,  principalmente en busca de agua sobre los pozos paralelos del cauce del Vasa Barris, o donde se empozaba el agua de la creciente. Los sertaneros, cansados, buscaban el precioso liquido en las aguadas  llenas de cadáveres y de malheridos. Sedientos, reptaban a sacar agua bajo fusilería y granizada de tiros que les resonaban sobre la cabeza. Caían, a veces, uno tras otro. Cuando se acabó el agua, se bebía de todo. Todo lo que podía ser chupado y sorbido aunque fuera sangre de pájaros y orines. Se masticaba: hojas, tallos y raíces. Todo lo que tuviera jugo. La sed mató más que las balas.

El día 4 de octubre un cañoneo chisporroteante con bombadas fulminantes iluminaba y atronaba el reducto rebelde. Un racimo de uniformes azules con repiques de tambores, clarín de cornetas, fusiles, bayonetas y picas, en algarabía, bajaba de los cerros precipitándose sobre el poblado. Canudos ya no más tenía el aspecto de la “Canaã Sagrada” de antes, solo había humaredas, pilas de escombro, llamaradas de incendios, alaridos, llantos, chirridos; heridos y muertos por doquier.

Los prisioneros, aquellos que no fueron fusilados o degollados por los soldados, eran niños de 4 a 8 años, algunas mujeres y luchadores heridos. Todos fueron después vendidos como esclavos, alcanzados nueve años de la abolición de la esclavitud. Soldados del ejército brasileño, cuando pudieron finalmente entrar en Canudos,  husmearon por las casas destruidas   papeles que revelaran las verdaderas intensiones “monárquico conservadoras” del Consejero y su gente, pero  no había nada de comprometedor, apenas papeles que “no valían nada y todo valían”. Eran predicas inofensivas de Antonio Consejero, que no reconocía la República.

Canudos cayó el 5 de octubre de 1897. El día 6, acabaron de destruirlo, derribando las últimas viviendas, 5.200. Contra el poblado y su gente, el ejército brasileño usó más de 10 mil soldados (en la Primera Guerra Mundial, el efectivo del Ejército fue de más o menos 1.610 hombres; en la Segunda Guerra, de 25.334)  de 17 estados, repartidos en cuatro expediciones. En la guerra murieron alrededor de 25 mil personas. .

Al fin y al cabo, las poblaciones de Canudos y de Brasil fueron manipuladas por los políticos de Bahia y de la Capital Federal, estaban en centro de una disputa política entre Conservadores y Liberales. La guerra de Canudos es un enigma en la historia de Brasil. Un episodio obscuro y mal resuelto. Tras cuatro expediciones del Ejercito Brasileño contra Canudos, el poblado fue destruido por el fuego y borrado del mapa por las aguas de la represa de Cocorobó.

“El sertón se volvió mar”



Bibliografia
Llosa, Mario Vargas. La Guerra del Fin del Mundo. Fundación Biblioteca Ayacucho. 1991. Caracas – Venezuela.
Cunha, Euclides da -1866 – 1909. Os Sertões. Seleção, introdução e vocabulário Olimpio de Souza Andrade. Edições de Ouro. Rio de Janeiro.
Canudos: Cartas para o Barão/Consuelo Novais Sampaio (organizadora) – 2ª ed. 2001 São Paulo: Ed da Universidade de São Paulo: Imprensa Oficial do Estado.
Romero, Silvio. Estudos sobre a poesia popular do Brasil. 2. Ed. Petrópolis, 1997, pag. 41
Web:
www.projetociclovida.blogspot.com.br
Canudos na literatura de cordel –josecalasans.com
Ruth Farah Nacif Lutterback – Cordel. O Fim de Canudos – 100 anos sem Euclides- Projeto Cultural
(PDF) O Estado e a inerência da violência: A República Brasileira contra Canudos. www.faceq.edu.br