Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

lunes, 14 de octubre de 2013

MÁS ALLÁ DEL ACTO DE LEER



Tras la independencia política de Brasil, en 1822, se constató que en una población de 14 billones de habitantes, cerca de 85% eran analfabetos.

Los resultados del pronóstico realizado (BRASIL, 2001, p.74) registran la existencia de 16 millones de analfabetos en Brasil, aunque haya progresado con relación a la universalización de la educación.
(CHILANTE; NORMA, 2007, p.6)


“El acto de leer que no se agota en la decodificación pura de la palabra escrita o del lenguaje escrito, sino que se anticipa y se alarga en la inteligencia de mundo” 

“La lectura del mundo precede la lectura de la palabra, de ahí que la posterior lectura de esta no pueda existir sin la continuación de la lectura de aquel.” La comprensión del texto a ser alcanzada pasa por la lectura crítica del texto e implica en la percepción de la relaciones entre texto y contexto.” (Paulo Freire)

        El texto y el contexto de conocimiento previo se anticipan al conocimiento del texto escrito y leído. La comprensión crítica del acto de leer que va más allá de la decodificación de un texto. La lectura del mundo es tener un conocimiento previo de este mismo mundo, saber interpretarlo viene antes de la lectura de palabra-mundo.

        Una lectura crítica implica una comprensión del texto y del contexto. Nuestra experiencia y conocimiento por menor que sea, tiene que venir antes de todas las demás experiencias del mundo de las primeras lecturas.

        La lectura e interpretación del mundo de cada uno es de suma importancia para la formación del carácter y no hará del niño un hombre anticipado. Existe un encuentro, un punto X entre la experiencia de la interpretación del mundo y la lectura del texto escrito. En algún momento hay un roce entre estos dos mundos, entre los dos contextos. Es cierto que hay un roce no una ruptura.

        El hecho de saber interpretar la palabra-mundo disfrazada de textos y estructuras, va más allá del mecanicismo de enseñar contenidos memorizados por la fuerza. La alfabetización es la creación o el montaje de la expresión escrita de la expresión oral. Este montaje no puede ser hecha por el educador para o sobre el alfabetizando. Ahí tiene él educador un momento de su tarea creadora” 

        En verdad la lectura e interpretación del mundo precede la lectura de la palabra-mundo y también ayuda en la forma en la cual interpretamos y rescribimos este mismo mundo. Sería una lectura crítica, porque el acto de leer implica siempre una interpretación crítica.

”Decir de la alfabetización de adultos de bibliotecas populares es decir, entre muchos otros, del problema de la lectura y de la escrita. No de la lectura de palabras y de su escrita en si propias, como si leerlas y escribirlas no implicase otra lectura, previa y concomitante a aquella, la lectura de la realidad misma.”  (Paulo Freire)

        Para Paulo Freire la educación tiene que ver con el acto político, sería imposible una educación que no se basara y que no estuviera a servicio de la política. Principalmente en Brasil la educación siempre estuvo ligada a la ascensión y al poder de la élite dominante.

“A la medida en que comprendemos la educación, de un lado, reproduciendo la ideología dominante, mas, de otro, proporcionando, independiente de la intensión de quien tiene el poder, la negación de aquella ideología.”  Para Paulo Freire la educación no solo reproduce el poder de las ideologías dominantes, sino también niega esa ideología mediante el confronto de las realidades de los educandos y educadores y del propio poder.

 “Nada podrá ser hecho antes que una generación completa de gente buena y justa asuma la tarea de crear la sociedad ideal”. Para eso hay que darles las condiciones adecuadas para que ellos las consigan.

 “Lo importante al renunciar a la inocencia y al negar la maledicencia, es que, la nueva caminata que comienza hasta los oprimidos, se deshaga de todas las marcas autoritarias y comience, en la verdad, a creer en las masas populares”. Importante es separarse de la visión mágica y autoritaria de la alfabetización adulta, que no hay porción mágica, tampoco palabras mágicas que son impuestas o donadas al alfabetizando.

        La Educación brasileña está conforme el juego del poder. Los programas de educación  que existen  son apenas compensatorios, hechos para las clases populares, visan apenas minimizar las tensiones.