Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

jueves, 30 de julio de 2009

La gripe A[sumare]



por Ivana Millán



Fue unos de los meses más perfectos que tuve acá en Lima desde que llegué hace un año. Algunos amigos queridos me visitaron, mi esposo empezó su curso de portugués, el Mono Verde entró en funcionamiento, me compré un par de ropas chéveres, asistí a una boda, estuve con gente feliz todo el tiempo. Pero no todo son flores. Como todo estaba yendo de maravilla, pensé realmente que era una onda de gran amplitud y buenas energías que por fin me alcanzaba casi que completamente. Hasta que el jueves 23 escucho la voz de mi conciencia gritar histéricamente.

Un mixto de emoción y tristeza. Es inaugurada la XIV Feria del Libro de Lima, en el Museo de La Nación, aquí, cerquita de mi casa.

Un día antes los periódicos salen a noticiar: "Quino llega a Lima", Quino, Quino, no hay otro. Quino, a pocos kilómetros de mi casa. Estaba decidida a ir a tomarme una foto con él y exhibirla por siempre en todos los medios posibles, hasta que leo cosa más grave: "Brasil es el país invitado de honor de la feria". ¡No lo puedo creer! ¡Es todo lo que faltaba! Presencia de Nélida Piñón, homenajes y lecturas de Guimarães Rosa y Machado, espectáculos artísticos de capoeira y pagode. Wow. Qué emoción. Y qué tragedia. Qué decepción descubrir que tengo una conciencia activa las 24 horas del día.

Cancelaron todos los eventos de la ciudad, hasta los más tradicionales como las marchas por el Día de la Patria. Cancelaron shows, conciertos y cualquier otra aglomeración de buenas personas interesadas en arte de calidad. Es la gripe A, la del chanchito matón, la que ahora, dicen, ya anda suelta en el aire.

Quino es argentino y yo una cobardona concientista. No lo tocaría en estos momentos aunque él me prometiera hacer un avatar mío y agregarlo al grupito de Mafalda con el nombre de Ivanita. Y cómo quisiera verlo, escuchar lo que dice, oír una sola vez en la vida su voz en vivo, como lo hice con Ziraldo, cierta vez, casi cara a cara.

Después de un par de opiniones de la mami y del esposo, me convencí de que todos somos potenciales chanchitos. Decidí hacerme un té y quedarme en la casa, aprovechando la onda literaria para terminar aquellos capítulos faltantes de Huidobro, hacer unos apuntes y olvidar la feria feliz que el gobierno se olvidó de cancelar.

(¿Será que alguien contrajo la gripe A en la Feria durante esos días? Necesito saber para justificar mi pena.)


Este texto también lo encuentras en lacapuchina.blogspot.com

martes, 28 de julio de 2009

¡QUÉ RICAS VACACIONES!

por
Sylvana
Nascimento

Acabo de descubrir que, de todos mis sentidos, el que tengo más sensible (si se me permite esa grosera repetición) es la audición. No piensen que de un momento a otro se me reveló que tengo un súper oído o algo por el género (lo que no sería del todo mal, reconozco). No, todo lo contrario. En realidad, lo que pasa es que me estoy recuperando de una infección respiratoria que ha resultado una disfunción tubaria. O sea, por unos días he tenido el oído derecho obstruido por la secreción que se produjo en las vías aéreas.

El que nunca ha padecido ese mal puede pensar que se trata de una exageración. Pero quien ya, sabe cómo es desagradable la sensación que se produce, que para mí se asemejaba a estar bajo el agua, pero ahogándose por los oídos.

Y, pues, al fin y al cabo, ¿qué son los oídos?, ¿quién nota su mísera existencia? Por cierto que poca gente, e incluso lo desdeñamos al pobrecito (“no es más que un dolorcito”) y le metemos cosas adentro para “limpiarlo”. Hasta el día que de verdad nos molesta o nos falta. ¡Uy, Dios me guarde! Porque de repente me he dado cuenta de cómo es importante tenerlos, a los oídos, en perfecta orden, puesto que mucho más escucho que hablo. Bueno, nada que algunas dosis de antibióticos y antialérgicos no resuelvan a mediano plazo.

Hasta entonces, sin embargo, ya se habrán acabado las escasas vacaciones de julio. ¡Es la vida!

En tiempo:

Disfunción tubaria: cuando la ventilación del oído medio no funciona bien, ya sea por obstrucción inflamatoria o mecánica de la trompa de Eustaquio.

lunes, 27 de julio de 2009

LA UTOPÍA DE LA INVENCIÓN DE AMÉRICA

por Pepe C.





Pienso que no todo el mundo escucha hablar todos los días de Tomás Moro, un londinense pensador, teólogo, profesor, político, entre otras actividades de gran expresión. Otras personas no conocen a Américo Vespucio, el explorador que da nombre a nuestro continente.
Hoy he decidido pensar un poco sobre algunos conceptos de Tomás Moro y otros pensamientos sobre nuestro continente americano. Les dejo tales reflexiones:


Si hubieras estado en Utopía, si hubieras visto al espectáculo
de sus instituciones y de sus costumbres, como yo, que allá
pasé cinco años de mi vida, y que decidí salir sólo
para revelar ese Nuevo Mundo al antiguo.

(Tomás Moro)


Tomás Moro, Tomaso Campanella, Francis Bacon y El Renacimiento preguntaron: ¿Cómo debía organizarse la sociedad humana? ¿Existe un espacio donde lo divino y lo humano puedan reunirse en armonía? Tomás Moro, el autor de Utopía (1516), da respuesta en el título de su obra que no existe tal lugar. U-topos es el lugar que no existe, que no hay. Utopía no existe en el espacio, sólo en el tiempo y en el recuerdo de aquellos que un día allá estuvieron y ya no pueden regresar. Utopía es ante feliz, es fundación, deseo, sueño, imaginación, tierra inventada y mítica de los origines, algún lugar
en el Orinoco, Aztlán, Comala, Macondo y Grande Sertão. Territorio mágico, y sagrado que sólo existe en el tiempo del recuerdo de aquellos que la conocieron, amaron y que soñaban en regresar. Utopía está entre lo real y lo fantástico en el eterno presente del mito.

Contradictoriamente la Utopía existe: América, espacio del buen salvaje y de la edad del oro. “Américo Vespucio, el explorador florentino, fue el primer europeo en decir que nuestro continente en realidad era un Nuevo Mundo. Es él quien le dio la firme raíz a la idea de América como Utopía. Para Américo Vespucio, Utopía no es un lugar que no existe. Utopía es una sociedad, y sus habitantes viven en comunidad y deprecian el oro.”

En su libro La Invención de América, el historiador mexicano Edmundo O’ Gorman dijo en el prólogo: “La aparición histórica de América estaba en considerar ese suceso como resultado de una invención del pensamiento occidental y no ya como el de un descubrimiento meramente físico, realizado, además por causalidad.”

América fue primero imaginada y luego encontrada. Un mundo nuevo descubierto, inventado, deseado y necesitado. América se convierte en la utopia de Europa, una utopía soñada, imaginada, deseada e inventada. La invención de América es la invención de la utopía. Europa desea una utopía, la nombra, la encuentra, para luego destruirla. Antes de ser, América ya sabía como iba a ser. Somos frutos de la imaginación y del deseo ajeno.

Volveremos a hablar sobre literatura. Hasta la próxima semana.

domingo, 26 de julio de 2009

La verdad de las mentiras


por Joana Souza


El título de uno de los libros de Mario Vargas Llosa nos hace reflexionar acerca de algunas cuestiones teóricas de la literatura. Aclaro que no estoy aquí para hacer un texto científico sobre literatura y ficción, pero como mis posts en el Mono Verde serán básicamente acerca de la literatura hispánica, creo que es interesante empezar hablando de una cuestión teórica. Prometo intentar no les aburrir mucho, sé que teoría no es algo muy interesante para un blog.
Primero, ¿por qué Mario Vargas Llosa? Bueno, creo que por ser uno de los autores contemporáneos más importantes de la Literatura hispanoamericana y, así, tener en su imaginario consideraciones acerca del realismo mágico de América Latina. Y, ¿por qué La verdad de las mentiras? Por ser un libro de ensayos sobre la novela moderna y traer algunas cuestiones pertinentes sobre el concepto de ficción. En el último párrafo del capítulo que tiene el mismo título de la obra, Llosa dice: “Por si sola, la ficción es una acusación terrible contra la existencia bajo cualquier régimen o ideología: un testimonio llameante de sus insuficiencias, de su ineptitud para colmarlos. Y, por lo tanto, un corrosivo permanente de todos los poderes que quisieran tener a los hombres satisfechos y conformes".
Para mí, Literatura e Historia caminan juntas, supliendo las ausencias una de la otra y en ese sentido, el papel de la ficción es el de la denuncia de las deficiencias de la realidad o de lo que se cuenta sobre la realidad de una determinada sociedad, además satisfacer la necesidad humana de la estética (¿cuántas veces no sentimos la necesidad de leer una poesía o una novela simplemente por el placer estético que eso nos proporciona?). Esa idea de que el texto literario es el refugio de denuncias sociales es paralela al hecho de que al escribir un texto ficticio, uno tiene el espacio ideal para libertar sus demonios, sus indagaciones y lo que se esconde en su alma y, en un sentido menos profundo, sus impresiones acerca de la realidad de su entorno. Así, al leer cualquier texto, sobretodo el literario, tenemos entre otras cosas que tener en cuenta el lugar social de su autor, las deficiencias de su tiempo histórico y su subjetividad, que va a tornar su texto la expresión máxima y única de su individualidad.
Hay mucho más que hablar acerca de esas cuestiones, pero creo que para un primero post está suficiente… en las próximas semanas, intentaré hablar sobre algunas obras que considero interesantes y hacer reflexiones desde el punto de vista de una brasileña aspirante a conocer un poco de la cultura de nuestro continente. Abrazos.

sábado, 25 de julio de 2009

Película: El Nido Vacío



por Gilson Carvalho


¿Qué sucede después que los hijos crecen y se van de casa? ¿Qué hacer con el tiempo y espacio libres? Estas cuestiones se colocan en "El Nido Vacío", del director argentino Daniel Burman (El Abrazo Partido, Derechos de Familia).

Leonardo (Oscar Martínez) es un escritor de éxito que se siente perdido al darse cuenta de que el tiempo ha pasado y que el foco de su vida cambió. Para él, es difícil adaptarse a la nueva vida, y para ello utiliza la imaginación, a punto de no saber donde termina la realidad y empieza la fantasía. Martha (Cecilia Roth) a su turno, no tiene ninguna dificultad para reempezar desde el punto donde se había parado: vuelve a la facultad de Ciencias Sociales, hace nuevos amigos, vive una nueva forma de felicidad.

A Burman le gusta explorar los cambios que se están produciendo en las relaciones familiares. Y como de costumbre, además de producir un retrato de la sociedad porteña actual, él examina sus propios orígenes, y mete huellas autobiográficas en la película, en una especie de juego que funciona muy bien.

En una época en que estamos viviendo mucho más y con más calidad, una nueva oportunidad de cumplir nuestros deseos será siempre muy bienvenida. Hay que prepararse para ello.



TITULO: El nido vacío
TITULO ORIGINAL: El nido vacío
GENERO: Comedia dramática
DIRECCIÓN: Daniel Burman
GUIÓN: Daniel Burman
INTERPRETES: Cecilia Roth, Oscar Martínez, Inés Efron,
Arturo Goetz, , Jean Pierre Noher, Ron Ritcher
FOTOGRAFÍA: Hugo Colace
MÚSICA: Nicolás Cota
MONTAJE: Alejandro Brodersohn
ORIGEN: Argentina - España (2008)
DURACIÓN: 91 minutos
WEB: http://www.elnidovacio.com/


Y tú, ¿estás listo para el resto de tu vida?