Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

martes, 28 de julio de 2009

¡QUÉ RICAS VACACIONES!

por
Sylvana
Nascimento

Acabo de descubrir que, de todos mis sentidos, el que tengo más sensible (si se me permite esa grosera repetición) es la audición. No piensen que de un momento a otro se me reveló que tengo un súper oído o algo por el género (lo que no sería del todo mal, reconozco). No, todo lo contrario. En realidad, lo que pasa es que me estoy recuperando de una infección respiratoria que ha resultado una disfunción tubaria. O sea, por unos días he tenido el oído derecho obstruido por la secreción que se produjo en las vías aéreas.

El que nunca ha padecido ese mal puede pensar que se trata de una exageración. Pero quien ya, sabe cómo es desagradable la sensación que se produce, que para mí se asemejaba a estar bajo el agua, pero ahogándose por los oídos.

Y, pues, al fin y al cabo, ¿qué son los oídos?, ¿quién nota su mísera existencia? Por cierto que poca gente, e incluso lo desdeñamos al pobrecito (“no es más que un dolorcito”) y le metemos cosas adentro para “limpiarlo”. Hasta el día que de verdad nos molesta o nos falta. ¡Uy, Dios me guarde! Porque de repente me he dado cuenta de cómo es importante tenerlos, a los oídos, en perfecta orden, puesto que mucho más escucho que hablo. Bueno, nada que algunas dosis de antibióticos y antialérgicos no resuelvan a mediano plazo.

Hasta entonces, sin embargo, ya se habrán acabado las escasas vacaciones de julio. ¡Es la vida!

En tiempo:

Disfunción tubaria: cuando la ventilación del oído medio no funciona bien, ya sea por obstrucción inflamatoria o mecánica de la trompa de Eustaquio.

3 comentarios:

  1. Siempre he pensado cómo son importantes los ojos, creo que es nuestro sentido más desarrollado! Pero a veces hago el "ejercicio" de poner atención a lo que estoy oyendo... es increíble la cantidad de sonidos que uno oye y no se da cuenta, sobretodo en las calles de los centros de las ciudades! jeje..
    Mejoras! =)

    Besos!

    ResponderEliminar
  2. A mí me pasa lo mismo. Tengo una audición muy sensible. Eso me gusta. Enhorabuena! Excente post.

    ResponderEliminar
  3. Sylvana tiene una cultura de audición que siempre me pareció muy linda y es algo que muchos perdieron: el escuchar! El poner atención al discurso del otro. Creo que viene de su cultura de radio, ella es capaz de escuchar la radio todo el día sin aburrirse, porque lo que le interesa es el discurso. Ese tipo de audición ya no se ve, pues como mencionaba Joana, siempre damos más valor a los ojos, no al discurso. Cosas de la generación TV-computer... =[

    ResponderEliminar