
por Joana Souza
El título de uno de los libros de Mario Vargas Llosa nos hace reflexionar acerca de algunas cuestiones teóricas de la literatura. Aclaro que no estoy aquí para hacer un texto científico sobre literatura y ficción, pero como mis posts en el Mono Verde serán básicamente acerca de la literatura hispánica, creo que es interesante empezar hablando de una cuestión teórica. Prometo intentar no les aburrir mucho, sé que teoría no es algo muy interesante para un blog.
Primero, ¿por qué Mario Vargas Llosa? Bueno, creo que por ser uno de los autores contemporáneos más importantes de la Literatura hispanoamericana y, así, tener en su imaginario consideraciones acerca del realismo mágico de América Latina. Y, ¿por qué La verdad de las mentiras? Por ser un libro de ensayos sobre la novela moderna y traer algunas cuestiones pertinentes sobre el concepto de ficción. En el último párrafo del capítulo que tiene el mismo título de la obra, Llosa dice: “Por si sola, la ficción es una acusación terrible contra la existencia bajo cualquier régimen o ideología: un testimonio llameante de sus insuficiencias, de su ineptitud para colmarlos. Y, por lo tanto, un corrosivo permanente de todos los poderes que quisieran tener a los hombres satisfechos y conformes".
Para mí, Literatura e Historia caminan juntas, supliendo las ausencias una de la otra y en ese sentido, el papel de la ficción es el de la denuncia de las deficiencias de la realidad o de lo que se cuenta sobre la realidad de una determinada sociedad, además satisfacer la necesidad humana de la estética (¿cuántas veces no sentimos la necesidad de leer una poesía o una novela simplemente por el placer estético que eso nos proporciona?). Esa idea de que el texto literario es el refugio de denuncias sociales es paralela al hecho de que al escribir un texto ficticio, uno tiene el espacio ideal para libertar sus demonios, sus indagaciones y lo que se esconde en su alma y, en un sentido menos profundo, sus impresiones acerca de la realidad de su entorno. Así, al leer cualquier texto, sobretodo el literario, tenemos entre otras cosas que tener en cuenta el lugar social de su autor, las deficiencias de su tiempo histórico y su subjetividad, que va a tornar su texto la expresión máxima y única de su individualidad.
Hay mucho más que hablar acerca de esas cuestiones, pero creo que para un primero post está suficiente… en las próximas semanas, intentaré hablar sobre algunas obras que considero interesantes y hacer reflexiones desde el punto de vista de una brasileña aspirante a conocer un poco de la cultura de nuestro continente. Abrazos.
No veo la hora de leer ese libro, Jo. Estoy en Perú hace 1 año y aún no leo casi nada de Vargas Llosa... estoy en Ricardo Palma y Clorinda Matto.. jejeje..
ResponderEliminarBello texto!
Excelente texto chaparrita. Es también nuestro objetivo en este blog probar que en la literatura latinoamericana existe realmente esa mezcla entre historia y literatura y la constante tensión entre utopía, epopeya y mito.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Ótimo texto!
ResponderEliminarParabéns
Vc é Foulcoutiana? Literatura e Historia caminan juntas, supliendo las ausencias una de la otra y en ese sentido, el papel de la ficción es el de la denuncia de las deficiencias de la realidad o de lo que se cuenta sobre la realidad de una determinada sociedad... Adorei, simplesmente é o pensamento de muitos autores Pierre Nora, Bordieux, Foucault, Nietzsche, por exemplo
ResponderEliminarConocía la escrita de Joana Souza en portugués, lo que a mí ya me encantaba. Conocer entonces su crítica literaria en español es tener luz de aclaradoras palabras sobre el universo que la literatura hispánica contiene en sí. Gracias, Joana, por esa contribución. Espiero nuevos posts, con ansiedad.
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