Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

martes, 2 de noviembre de 2010

Pedro Páramo: historia y mito


Solo se regresa a la tierra del origen a través de la memoria, del sueño o de la muerte. El personaje Juan Preciado regresa a la tierra de donde salió aún en el vientre de su madre, ingresando al mundo de los muertos de Comala. Vuelve en busca de su padre Pedro Páramo para cobrarle lo que les debe.
- “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo”.
Pero la tierra de la creación de Juan Preciado es un Paraíso calcinado, es el Edén subvertido, el infierno en la tierra. - “Aquello está sobre las brasas de la tierra, en la mera boca del infierno. Con decirle que muchos de los que allí se mueren, al llegar al infierno regresan por su cobija”.
Ya no hay nadie. Todos están muertos, solo hay almas en pena. Y entre el silencio y los rumores de las ánimas están los murmullos. A Juan Preciado lo mataron los murmullos, lo mató el silencio, lo mató la muerte, lo mató el miedo de la muerte. Juan Preciado muere no porque encuentra la muerte, sino porque ella lo encuentra a él.
- “Me mataron los murmullos”. Dijo.
El problema de Juan Preciado es como acercarse a su padre. Para encontrar y reunirse con su padre, Juan Preciado tiene que ingresar al mundo de los muertos. Porque su padre está muerto, lo mató uno de sus hijos.

Personaje y Novela


La historia del personaje Pedro Páramo es una historia política, realista, individual y lineal del cacique y terrateniente de Comala, “señor de horca y cuchillo”, dueño de una voluntad que impera sobre la de los demás y que condena una ciudad entera a muerte. Comala muere porque Pedro Páramo decidió cruzarse de brazos y dejar que el pueblo se muriera de hambre.
- “Me cruzaré de brazos y Comala se morirá de hambre”
Y así lo hizo.
Su pretexto es que Comala convirtió en una feria la muerte de su amada Susana San Juan. Sin embargo la verdad es otra: el todo poderoso Pedro Páramo nunca pudo poseer a Susana, la mujer que siempre estuvo fuera de su esfera verbal y mítica. Una mujer que era de otro mundo, el mundo de la locura y de la muerte y con la que soñó de niño, encerrado en el baño, con la que voló papalotes y se bañó en el río cuando era niño. El problema de Pedro Páramo es como acercarse a Susana.
"Pensaba en ti, Susana. En las lomas verdes. Cuando volábamos papalotes
en la época del aire. Oíamos allá abajo el rumor viviente del pueblo mientras
estábamos encima de él, arriba de la loma, en tanto se nos iba el hilo de
cáñamo arrastrado por el viento…”
Mientras Pedro Páramo, el personaje tiene un carácter de epopeya, la novela Pedro Páramo es un mito que despoja al personaje de su épica. A través del sueño con Susana San Juan, Pedro Páramo fue arrancado de su historia política y lineal antes de vivirla, antes de sentirla. Si al final de la historia, tras ser asesinado por uno de sus hijos, Abundio, Pedro Páramo se desmorona como se fuera un montón de piedra, es el resultado de la fisura abierta en su alma por haber soñado de niño con Susana. Pedro Páramo el personaje, es épico e individual, la novela Pedro Páramo es un mito colectivo.



Silencio y Voz


Pedro Páramo condena Comala a muerte, porque la condena al silencio, la condena al silencio porque le niega el lenguaje. La condena al silencio del origen antes del lenguaje. Para ese príncipe agrario la muerte está en el futuro, es una punición, un castigo. Pero para todos los muertos de Comala: Juan Preciado, Miguel Páramo, Doloritas, Eduviges Dyada, el futuro está en el origen, antes del lenguaje, antes del mito. Para los muertos de Comala la muerte es el principio, no el fin. Para el escritor mexicano Juan Rulfo, autor de la novela Pedro Páramo, el mito está en los túmulos.
- Siento como si alguien caminara sobre nosotros.
- Ya déjate de miedos. (…) Haz por pensar en cosas agradables porque vamos a estar mucho tiempo enterrados
.

Mitos universales

En la novela Pedro Páramo todo es mito. En su caminar hasta Comala, Juan Preciado, el Telémaco encuentra a Abundio el Caronte de un río de polvo que le dijo ser hijo de Pedro Páramo, “Un rencor vivo”, el Ulises de piedra y de barro, el ancestro maldito, el que sueña de niño con la mujer que amará cuando adulto. Como Orfeo que baja al infierno de Comala en busca de Eurídices, Juan Preciado cuenta y canta mientras desciende con la condición de no mirar hacia atrás, y nos va conduciendo por un pueblo muerto, pero también él es guiado por las voces de su madre Doloritas Preciado, la Pénelope humillada, por Eduviges, Damiana Cisneros, Dorotea la Cuarraca que como Virgilios le introducen al pasado de Comala y de Pedro Páramo.

Tiempo y Espacio

La narrativa de una novela depende del tiempo y del espacio. En la nueva Novela hispanoamericana, y Pedro Páramo lo es, “el espacio y el tiempo son protagonistas, como un héroe de novela realista”. En la novela Pedro Páramo el espacio son los túmulos y el tiempo es el eterno presente del mito. El pasado del niño Pedro está al lado del presente del joven Juan Preciado. Los tiempos son simultáneos, no sucesivos y cronológicos.
Pedro Páramo sería solo una novela épica, si no fuera el mito. Si no fuera Pedro aún niño soñando con Susana. El sueño de Pedro con Susana le arrebata su carácter épico y lineal y le introduce al mito.
Todo esto solo es posible por la intersección mítica en la historia, dando una narrativa fundamental y maravillosa.

Por Pepe Caetano

martes, 7 de septiembre de 2010

Genocidio brasileño




La confederación de los tamoios, fue la unión de los pueblos indígenas que vivían a lo largo de la costa paulista, capixaba y carioca que luchaban contra la dominación portuguesa, en una guerra que de un lado había franceses y tamoios y del otro, lusos y temiminós. La “guerra” duró de 1565 hasta 1567, y el resultado fue el casi exterminio de los tamoios.

Sin embargo, la gran batalla entre los indios y los conquistadores no ocurrió a causa de la intervención de los jesuitas, Manuel de Nobrega y José de Anchieta, que llegaron desde São Vicente exclusivamente para intermediar el conflicto que estaba a punto de estallar. De hecho, los jesuitas tenían buena relación con los indios y la usaron para convencerles a los jefes indígenas a no combatir a los enemigos portugueses.

Imagínense, el odio de los indios ante los portugueses, para que esos se reunieran en una confederación de varios pueblos a lo largo de la costa. Diferentes de los franceses – mair – que solo querían el comercio de mercancías, los portugueses – peró – eran conquistadores violentos, colonizadores atroces y esclavizaban sin piedad.

Tras la tregua firmada con los jesuitas Manuel de Nobrega y José de Anchieta, los tamoios bajaron las armas y disolvieron la confederación volviendo cada pueblo a su aldea. Pero, lo que no “esperaban era la traición de los portugueses” y sus aliados temiminós comandados por Arariboya.

Vencidos, los tamoios y sus aliados franceses se refugiaron en las matas de la Guanabara y tras poco tiempo volvieron a ocupar las orillas de Uruçu-mirim y de Paranapuam – Isla del gobernador. Por fin, una escuadra bajo el mando de Mem de Sá destrozó las fortificaciones de los aliados que fueron siendo expulsados de la región a través de la matanza.

El sueño francés de un rincón protestante calvinista en el continente sudamericano había desaparecido. Algunos franceses derrotados se fueron, mientras otros se quedaron en territorio brasileño mezclándose a la población. Los tamoios derrotados, fueron perseguidos y a la vez esclavizados por los vencedores portugueses que llevaron a lo extremo la persecución por toda la región de la Guanabara.

Usando todas tácticas terroristas, los lusos llegaron al colmo de crueldad y maldad. El sanguinario gobernador Antonio de Salema en su intento de exterminio, dejó ropas infectadas de viruela en varios puntos de la bahía para que los indios la encontraran y la vistieran y que tiempos más tarde contaminaran a los demás de las aldeas con dicha enfermedad.

Al fin y al cabo, el genocidio que sufrieron los tamoios fue tremendo que de ellos solo restaron algunos nombres topónimos de lengua tupí, con los cuales se puede identificar: ríos, accidentes geográficos, arrabales y algunas aldeas o pueblos como Mutuá, Itaúna, Itaoca, Itaitintiba, Guaxindiba, Imboassú, Ipiiba etc.

domingo, 15 de agosto de 2010

Los dueños de la Guanabara


¿Por qué conocemos poco o casi nada de nuestra verdadera Historia? ¿Nivel bajo de escolaridad?, ¿las dificultades de acceso a la Historia verdadera?, o ¿una gran intención de las instituciones para que la población se mantuviera ajena a sus raíces, con intereses políticos? La Historia del país no puede ser privilegio de algunos que la interpretan y la escriben consonante sus intereses.
(Milton Teixeira , historiador y profesor)

Cuando los colonizadores portugueses llegaron a la tierra que hoy llamamos Brasil, se estima que había cerca de dos millones de indios. Hoy no pasan de doscientos mil sobrevivientes de la esclavitud, enfermedades, atrocidades y holocausto. Al arribar al litoral en 1500 los lusos encontraron a los tupiniquins que habitaban la región de Porto Seguro en Bahía, y con esos mantuvieron un gran comercio, principalmente de un árbol de tronco rojizo y flor amarilla que los indios llamaban ibirapitanga.

Por no encontrar el tan precioso oro que los españoles hallaban con abundancia en Perú y México, los portugueses abandonaron el territorio por cerca de 30 años. Sólo en 1530 una nueva expedición comandada por Martim Affonso de Sousa llegó a la tierra brasilis. En 1532 fue fundado el Ingenio de azúcar de São Vicente en la capitanía del mismo nombre, donde los colonizadores entraron en contacto con los indios tupinambas.

Los tupinambás habitaban toda la orilla del litoral brasileños del norte al sur y recibían diferentes nombres de acuerdo con su localización o región que se encontraban. Desde el Espírito Santo hasta São Paulo, pasando por Rio de Janeiro, recibían el nombre de tamoios. En Rio de Janeiro tenían sus dominios desde Cabo Frio hasta Angra dos Reis, eran vecinos de los goitacases al norte, de los guaianás al sur y de sus grandes y feroces enemigos, los temiminós.

Los tamoios llevaban una vida comunitaria en la cual consideraban que sus integrantes hacían parte de una familia. No poseían construcciones duraderas de piedras o cualquier material resistente. Cuando aquí llegaron para fundar la Francia Antártica, los franceses encontraron los tamoios muy organizados socialmente. “Libres y felices, andaban desnudos, el gobierno no era ejercido de forma absolutista por un individuo sino repartido entre los jefes y un consejo de mayores, sabios de la tribu”. (Villegagnon ou a utopia tropical, Revista Historia volumen 27, n° 1)
Diferentes de los pacíficos tupiniquins, los tupinambas eran guerreros y antropófagos – el alemán Hans Staden que estuvo ocho meses y medio prisionero de los indios tupinambas relata en su libro “Viagens e aventuras no Brasil” publicado en 1557, los momentos difíciles y terribles por los cuales pasó con los indios, comedores de gente.

Los tamoios usaban tacape y el oropá, un escudo de cuero de piel del tapiriçu. Aprendieron con sus aliados franceses a manejar el arcabuz, eran excelentes guerreros, solían pasar la sangre de los enemigos por los cuerpos de sus hijos para hacerlos valientes. Creían en los espíritus, cuyo más importante era “Anhamgá’ que visitaba las sepulturas para comer difuntos. Fabricaban harina de mandioca, comían la yuca asada y el arati, usaban un sonador llamado maracá, fumaban una especie de cigarro hecho de hojas de petim, se servían de las hojas del cajuá para hacer sopa y les encantaba comer zapallo.

Mientras la relación entre los tamoios y los franceses era amistosa y cordial – los protestantes calvinistas de Villegagnon trataban más respetuosamente a los indios que los católicos portugueses – la relación con los descubridores lusos era odiosa y violenta. De la lucha entre los invasores franceses y los colonizadores, los tamoios se aliaron a los primeros, con quien firmaron una alianza contra los portugueses y sus aliados temiminos. Aimberê, hijo de Cairuçu tras la muerte de su padre por la mano de los portugueses, reune los jefes indígenas en la famosa confederación de los tamoios.

viernes, 23 de julio de 2010

Un GRANDE que se achica


Semanas después de la fatídica eliminación del seleccionado brasileño del Mundial de Sudáfrica, podemos decir sin la más remota duda, sin ninguna emoción y rotundamente. Parece que el fútbol del país se achicó. Los comentaristas deportivos que tanto vociferan por los cuatro rincones que nuestro fútbol es "el mejor del mundo" no han percibido que las cosas han cambiado, tenemos que concientizarnos que ya no somos los mejores.

Aquel fútbol avasallante, demoledor y jugado con frescura, dio lugar a un fútbol sin ánimo, sin recursos y sin entereza dentro de la cancha. Hoy por hoy, no somos mejores que nuestros rivales, no hay más gran diferencia entre ellos y nosotros. Es mejor bajar la pelota.

¿Quién tiene la culpa?

Luego del Mundial de 82 en España, tiramos por tierra aquel fútbol bonito, despejado y talentoso. Tras la derrota frente a Italia comenzaron a creer que era necesario cambiar. Y así lo hicieron. Pero lo hicieron para la peor. Decretaron el fin de nuestro fútbol, perdimos la identidad
Desde entonces prefirieron imitar a los equipos europeos, no respetando nuestras características.

Hoy la realidad es que tenemos un fútbol fuera de foco, que hace la plancha y que vuelve a las andadas - 3- 5 -2 ó 4- 4- 2.

Claro que lo económico nos quita lo mejor que tenemos. De hecho, se nos fueron y se nos van las figuras más importantes, quedaron pocos y los que quedaron son apenas buenos jugadores. No hay como retener algunas de nuestras estrellas, y al fin y al cabo, el nivel exhibido en el campeonato nacional es un espejismo.

El once canarinho ya no encanta el mundo, la gran mayoría de los jugadores actúan en el exterior, principalmente en equipos europeos, por lo tanto, son europeizados, juegan como europeos. Necesario sería que el entrenador - ¿Muricy Ramalho? - al frente de la selección canarinho rescatara la esencia del verdadero balompié tupiniqui - ¿el 4- 3 -3? Hay que moldearlo, darle estilo y recuperar su verdadera identidad.

Ese sería uno de los caminos para volver a soñar con la sexta estrella en nuestro historial. No hay más lugar para fracasos - el mundial venidero será aquí en nuestro país - la reacción se hace esperar. Estamos a la expectativa.

jueves, 3 de junio de 2010

Los pueblos indígenas de nestra América


Nuestra América antes de la llegada de los colonizadores españoles, portugueses, ingleses, franceses y holandeses, era habitada por ciento de miles de indios, o sea por diversas y variopintas naciones indígenas. Durante y después de la colonización, muchas de estas naciones desaparecieron victimas de toda la suerte de desgracia. Hoy día, algunas de ellas sobreviven a pesar de la conquista y colonización que sufrieron.
El blog Mono Verde online a partir de hoy les presentará a ustedes un poco de la cultura de estos pueblos. Su lucha contra todo y cualquier tipo de dominación y humillación que les fueron impuestas desde la llegada de los conquistadores europeos y también por los gobiernos tras independencia.

Los Mapuches

Cuando el conquistador español Pedro de Valdivia llegó a la zona que es hoy Chile encontró resistencia por parte de los mapuches que habitaban la región central. La conquista y pacificación de los araucanos/mapuches duró casi trescientos años.

¿Quiénes son los Mapuches?
Los mapuches son un pueblo repartido entre dos repúblicas: la Argentina y Chile. Los españoles también los llamaron araucanos, porque algunos de ellos vivían en el valle chileno de Arauco, pero su verdadero nombre es el primero.
En el siglo XV, los guerreros mapuches frenaron el avance hacia el sur de los ejércitos del Imperio Incaico. Un siglo más tarde, los conquistadores españoles encontraron gran resistencia en los mapuches del centro de Chile, donde se calcula que eran entonces, por lo menos, 500.000 personas. Tiempo después, varios grupos cruzaron la Cordillera de los Andes y se instalaron en las actuales provincias argentinas de Neuquén y Río Negro. En el siglo XVIII ya estaban en la provincia de Buenos Aires y pronto se habían convertido en el pueblo indígena más importante de la Pampa y el norte de la Patagonia. Tan importante, que otros pueblos empezaron a hablar su idioma y tomaron muchas de sus costumbres.
Los antiguos mapuches eran agricultores y también criaban gallinas y llamas. Estas les servían como animal de carga; además, de ellas obtenían la lana para los telares, donde las mujeres tejían la ropa de colores oscuros y fuertes, con dibujos geométricos en blanco. Ellas vestían una especie de manto, que les envolvía el cuerpo hasta debajo de las rodillas, sujeto con prendedores en los hombros y fajas en la cintura. Por encima usaban en chal, sostenido con prendedores o alfileres de plata. En la cabeza, una vincha o banda de lana, y tiras de tela que envolvían las trenzas. Y muchos adornos: diademas, pectorales, aretes, anillos, todo de plata, pulida y brillante. Los hombres llevaban una especie de falda larga o chiripá, faja de lana y poncho. En la guerra con los conquistadores, se ponían coraza y casco de cuero crudo.

jueves, 1 de abril de 2010

¿Quién hizo los mundos?


Al principio no había nada. Nada de nada.


No había mundo. No había luz. Desde las puras tinieblas, montado en Katachillay, una estrella de la constelación Osa Mayor, vino Kon Illa Tecce, el Creador, el origen del Universo, la Luz Eterna, el Dios de Pirúa.


Este mundo, sobre el que estamos parados; el mundo de arriba, que llamamos cielo, y el mundo de abajo, que está bajo la tierra o recubre el agua, los hizo Kon. Llegó desde el norte, el septentrión. Era alto. No tenía huesos. Había pasado la edad de mozo. Vestía una túnica blanca, larga hasta los pies, ceñida al cuerpo. Era flaco, y sobre el cabello llevaba una corona. Caminaba a paso vivo, y en la mano llevaba una vara. Para acortar camino bajaba las sierras al nivel de los valles o subía los valles con su sola voluntad. De su palabra atronadora surgió todo lo que existe.
Kon hizo los demás dioses para que le hagan compañía, y los puso en el cielo. Hizo la Luz, el Sol, y las estrellas. Hizo la Luna. Creó el alba. Hizo los colores. Al Sol le dio la inmensa luz que irradia y poder sobre los días, los tiempos, los años, los veranos; todas las cosas. Le dio la Luna por esposa. Kon Illa Tecce la hizo señora del mar y de los vientos, de las reinas y princesas, del cielo nocturno y de las mujeres parturientas. Los incas la llaman Colla, “reina”. A la aurora la hizo señora de la madrugada, de los crepúsculos y de los celajes. Cuando sacudía la cabeza esparcía rocío sobre la tierra. Los incas la llaman Chasca, estrella.


Al planeta Júpiter le llamó Pirúa. La palabra Perú viene de Pirúa. Kon lo puso bajo su gobierno. Por eso los incas le ofrendan maíz y le encomiendan sus bienes, sus casas, sus tesoros, vajillas y armas. Aucayoc es el planeta Marte. Tiene a su cargo los asuntos de la guerra y los soldados. Catu Illa, Mercurio, cuida de los mercaderes, los caminantes y los mensajeros. Haucha, Saturno, cura las pestes y elimina hambrunas; es el dueño de los rayos y los truenos.


Después Kon hizo un gesto con la mano, y las sombras se apartaron. Frunció el ceño un instante, y surgió el hombre. Señaló hacia un costado, y, dibujada en el aire, apareció la mujer. Kon Illa Tecce quería a los hombres y los regaló muchos frutos y panes, todo lo que necesitaban para vivir. Pero los hombres, apenas creados, se trenzaron en guerras sangrientas. Para castigarlos, kon les quitó la lluvia, y la Tierra se abrió en grietas, llorando de sed. Las plantas murieron en sus surcos y la tierra se convirtió en arenales desérticos y estériles, como estos de las costas del océano.


Los hombres también hubiesen muerto, pero Kon les dejó los ríos, para que con su agua pudiesen regar y cultivar lo que necesitaban para vivir. Desde entonces, los hombres trabajan para comer.
Caminando, caminando, un día Kon- que su pueblo ahora llamaba Viracocha – llegó al valle del Cuzco. Plantó en la tierra la vara que llevaba e hizo que construyeran una huaca, un templo, en su honor. Donde el dios se sentó, hicieron un escaño de oro. Sobre él pusieron un ídolo de piedra de cinco varas de largo y una vara de ancho, y en esa piedra esculpieron esta historia.
Ese fue el templo mayor, el Coricancha. Los fieles acudían a consultar los oráculos y hacer sacrificios a Viracocha. Traían ofrendan de oro y de plata, que reflejaban el brillo de los rayos del sol. Aún se ven los muros de Coricancha: sobre ellos los españoles construyeron la iglesia de Santo Domingo.


Viracocha siguió andando y estableciendo pueblos. Un día llegó a Puerto Viejo y se metió en el mar, caminando sobre el agua como si estuviera encima de la tierra.
-Un día volveré –dijo. Y se alejó mar adentro a grandes pasos.

Este cuento – “Lo que cuentan los Incas” - fue extraído del libro de Aída E. Marcuse – CUENTAMÉRICA, Ed. Sudamericana.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Francisco Felix de Souza, el último negrero



“Por aqui rodeamos larga parte
De África, que dejábamos a Oriente:
De Jalof la provincia, que reparte
A una y otra nación la negra gente:
La muy grande Mandinga (por cuyo arte
Logramos el metal rico y luciente),
Que del corbo Gambéa el agua admite,
Que entra luego en la concha de Anfitrite”.

(Los Lusíadas – canto V, verso 10)

El mestizo brasileño Francisco Felix de Souza es figura de gran controversia y polémica cuando el asunto es la trata de esclavos y el tráfico negrero. Los libros didácticos brasileños no lo mencionan, la historia oficial le da poca o ninguna importancia, y ese mercader y traficante de esclavos es más conocido en África que en Brasil


Nació en Bahía en 1754, llegó a África a los 23 años, primero como comerciante, después para servir como secretario en la fortaleza portuguesa San Juan Baptista de Ouidah ( São João Baptista de Ajudá) construida en el siglo XVII y ligada administrativamente al virrey de Brasil. Cuando administrador de la fortaleza, Francisco Felix la transformó en la factoría de almacenamiento de esclavos.


En 1818 en una disputa entre el rey Adondazán y su hermano Guezo, Francisco Felix se vuelve aliado de ese como proveedor no solo de armas de fuego, sino también de tejidos finos, tabaco, aguardiente y otros bienes distribuidos para conquistar apoyo. Victorioso, Guezo le da el título de Chachá, “el mejor” o “el primer amigo del rey”, además de nombrarlo agente comercial por lo cual cabría la preferencia en la venta y trata de esclavos en el puerto de Ouidah – la más importante ciudad del reino de Dahomey.


Francisco Felix de Souza, el hombre más rico del siglo XIX transportaba en sus navíos esclavos, esposas para los sultanes, corrales de ganados, pocilga, ñame, mandioca, maíz y la palma dendé. Poseía un harén de más de 1.000 esposas, tuvo más de 80 hijos y cuando murió dejó más de 12 mil esclavos. Sirvió de intermediario entre el reino del Dahomey y el mundo exterior. Durante un siglo por cuenta de esa conexión, “el Atlántico fue un rio”. De un lado las Américas, del otro África.


Según el embajador y escritor Alberto da Costa e Silva, Francisco Felix de Souza murió el 8 de mayo de 1849, luego, el rey Guezo envió dos de sus hijos acompañados de 80 amazonas para los ritos funerales y siete personas que fueron sacrificadas, además de 51 piezas de ricos tejidos del reino una para cada hijo vivo del Chachá.


Ignorado por los libros, el negrero más importante y poderoso de su tiempo y que dominó el tráfico negrero en la “Costa de los Esclavos” en los 40 años del siglo XIX, tuvo su vida transformada en película – “Cobra Verde” de Werner Herzog; novela “El virrey de Ouidah” de Bruce Chatwin – y en detalles la vida, la trata y el tráfico de esclavos en el libro “Francisco Felix de Souza, Mercader de Esclavos” de Alberto da Costa e Silva.


Hoy, los descendientes del Chachá viven en Benín, antiguo Dahomey de colonización francesa, no hablan portugués, pero guardan la herencia cultural de sus abuelos y se autodenominan brasileños. Son los agudás.

miércoles, 17 de febrero de 2010

El polémico "Pelo Telefone"



Los orígenes del samba “Pelo Telefone”


Los investigadores, historiadores y críticos están conformes en dividir los orígenes del “samba carioca”, ubicados en las tres primeras décadas del siglo XX, en dos fases. La primera, es lo que se llama de “samba maxixe”. Y la segunda fase o Nuevo Estilo, está ligada a la gente del barrio de Estacio y a la fundación de la primera Escuela de Samba – “Deixa Falar” – fundada el 12 de agosto de 1928. Ahí según investigadores, nació el samba, en la condición de género musical nacional de Brasil. En la primera fase, el estilo estaba enlazado a las llamadas “rodas de samba” que ocurrían en las casas de las “tías baianas” ubicadas en el Casco Antiguo de la ciudad de Rio de Janeiro, donde entre muchas de esas tías estaba la más famosa y conocida de todas, “Tía Ciata”(Hilaria Batista de Almeida-1854-1924). Ahí nació el samba de connotación folklórica y baiana).
“Pelo Telefone”, como samba amaxixado nace bajo el símbolo del folklórico, mientras el “samba del barrio de Estacio” nace como producto de la sociedad de consumo y como expresión de una identidad (Hermano Vianna- Misterio do Samba).


El “samba” más famoso


Aunque tenga un ritmo más de maxixe – danza moderna, urbana e internacional, creada en la segunda mitad del siglo XIX y conocida en Brasil desde 1880 como baile vulgar y de baja categoría nacida en el barrio “Cidade Nova” en Rio de Janeiro – que de samba como conocemos ahora, “Pelo Telefone” es considerado el primero de todos los sambas grabados. Fue registrado, letra y música, por Donga (1899-1974, cantautor, hijo de Pedro Joaquín María y Amelia Silvana de Araujo, tía Amelia) en la Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro el 16 de diciembre de 1916. “Pelo Telefone” fue un arreglo musical con temática urbana y rural que al ser lanzado para el carnaval de 1917, se constituyó en el gran éxito musical del “samba carioca”. (José Ramos Tinhorão, 1986, p.123). Según Carlos Sandroni, en la estructura de “Pelo Telefone” los autores Donga y Mauro de Almeida buscaron arreglar la canción a fin de que ella tuviera el formato adecuado al consumo.
En 1916, el cantante Baiano grabó para el carnaval de 1917, el samba “Pelo Telefone” de Donga y Mauro de Almeida, que es considerado el primer “samba en disco”, porque solo a partir de él es que tuvo inicio una serie de grabaciones de músicas identificadas como “samba”. (Sergio Cabral, La MPB en la era de la Radio) La letra grabada por Baiano se transformaría en el primer éxito comercial de un “samba”. Pero antes de Baiano, la canción ya había sido grabada por la Banda Odeon en versión instrumental.


¿Fue realmente con la canción “Pelo Telefone” que la palabra samba apareció en la carátula de un disco por primera vez?


Investigadores encontraron ediciones de “A Cabloca de Caxanga” con la designación de “samba” anterior a 1917. Otros dicen que el primer samba grabado en disco se llama “Em casa da Baiana”, que apareció en 1911. En 1914 se grabó “A Viola está magoada” cuyo autor es Catulo da Paixão Cearense. “Pelo Telefone” tiene el número de registro 121313, pero hay grabaciones anteriores a él como “Chora, chora, choradô” (121057) cantado por Baiano, “Janga”(121165) con el grupo Paulista y “Samba Roxo”(121176) con Eduardo Novaes, todos considerados “samba” anteriores a 1917.


Un “samba” que nació polémico


La autoría del samba “Pelo Telefone” también es cuestionable. ¿Sería Donga realmente el único autor de “Pelo Telefone”? Almirante, otro nombre expresivo de la Música Popular Brasileña, insistía en la tesis de que la canción había sido una creación colectiva y no individual. El cronista Vagalume en su libro “Na Roda do Samba” sostiene que la letra era del cronista del Diario “Jornal do Brasil” Mauro de Almeida y la música de Donga. Mauro de Almeida dijo que “solo había arreglado la letra” para la música de Donga. La polémica también involucra los primeros versos. Según Donga, el autor de los primeros versos era un tal de Didi da Gracinha. Otros dicen que el origen de los primeros versos se debe a los reporteros del Diario “A Noite”, Castelar de Carvalho y Estaquio Alves que en 1913 pusieron una ruleta en el Largo da Carioca, para con ello mostrar que el jefe de la policía local, hacía poco caso a los juegos de azar.
Para José Ramos Tinhorão, “Pelo Telefone” era una crítica abierta a la inoperancia de la policía en la represión a una especie de ruleta de los pobres y que fue modificado por la censura que le obligó a Donga a cambiar la expresión “Jefe de la policía” para “Jefe de la folía”. (José Ramos Tinhorão, Jornal do Brasil, jueves, 06/09/1962.
En febrero de 1917 salió una parodia acusando Donga de registrar en su nombre, letra y música de “Pelo Telefone” y una nota comunicaba que sería cantado en la Avenida Rio Branco, el verdadero “tango” “Pelo Telefone” y nombraba los autores: João da Mata, Germano, Tía Ciata y Hilario. “Pelo Telefone nació polémico y aún genera polémica cuanto a la autoría, la primacía, la letra y se realmente es “samba”.
Sin embargo, al registrar por primera vez un samba con intenciones comerciales y profesionales, Donga alzaba una canción popular al lugar más importarte como producto comercial pasible de ser vendido y de generar ganancia, lo que definía el comienzo de la profesionalización de la Música Popular Brasileña.

martes, 2 de febrero de 2010

El Samba:nacional y popular


“Samba” en Brasil designa un tipo de festividad coreográfica clasificada por los brasileños, como folklórica y también un género de música moderna de consumo popular. “Samba” es un género musical urbano que se consolidó en el siglo XX como el más grande representante de la identidad sonora brasileña. De música de arrabal a género musical nacional se transformó en el proyecto nacionalista del “Estado Nuevo” de Getulio Vargas, que vio en él un gran vehículo de significación de la identidad brasileña


El origen de la palabra “samba
Mucho se ha escrito sobre la etimología de la palabra “samba”: rituales de fertilidad africanos, divinidad angolana protectora de los cazadores, culto a las divinidades a través de la danza. Se dice también que viene de “semba” o “umbigada” y aún puede ser formada por dos palabras africanas: SAM que significa pague y BA que significa reciba. Silvio Romero (1851-1914), estaba seguro de que “samba” era de origen indígena y el cantante y musicólogo Silvio Salema concluyó en sus investigaciones que la palabra “samba” era genuinamente amerindia. Salema partió de la terminación tupi “sambaquí” (conchero). “Samba” se enlaza también con umbigada, batuque, danza de roda, chula, batucada, partido alto, lundu y maxixe.


Más allá de su significado
Antes del siglo XX lo que significaba “samba” en Rio de Janeiro, entonces capital federal, era la practica festiva, musical y coreográfica restricta a unos grupos formados de negros y mestizos. Para el investigador Renato Vivacqua, “samba” era una especie de fiesta con baile” Se solía decir: “voy a dar un samba en mi casa”. Según Mario de Andrade(1893-1945), “samba” designaba tanto todas las danzas del Norte como cada una de ellas en particular y que en 1833 los negros decían indistintamente “samba” o “batuque”. Silvio Romero en su distribución geográfica de los ritmos locales de 1897 dijo que se llamaba “xiba” en la provincia de Rio de Janeiro(interior del Estado de Rio de Janeiro, no en la ciudad de Rio – capital federal - ); “samba” en las provincias del Norte(incluyendo Bahia); “catereté” en las Minas Gerais; y “fandango” en las provincias del Sur.
La primera vez que la palabra “samba” apareció impresa, fue en el diario pernambucano “O Carapuceiro” el 3 de febrero de 1838. “Samba” no aparece ahí como baile, sino como música, “samba de almocreve”(persona que conducía animales de carga o mercancías de un lugar a otro), diversión de gente del campo, signo de atraso rural. Según Carlos Sandroni , “samba” era palabra casi desconocida en la ciudad de Rio de Janeiro hasta la última mitad del siglo XIX. A partir de la década de 1870, que la palabra “samba” comienza a ser registrada en la ciudad de Rio de Janeiro (Feitiço Decente – transformación del samba en Rio de Janeiro – 1917-1933).


79 años después de aparecer en el diario pernambucano, como “samba de almocreve”, el “samba” aparece por primera vez con ese nombre en la carátula de un disco con el nombre de “Pelo Telephone” con el número 121313, registrado por el compositor Donga en la Biblioteca Nacional. Pero eso es otra historia.

domingo, 10 de enero de 2010

La época de Oro de la Música Popular Brasileña


Con seguridad mucho se ha dicho, se dice y se dirá de la miniserie de la televisión brasileña – Dalva y Herivelto, una canción de amor – (Dalva e Herivelto, uma canção de amor) que fue al aire el pasado lunes. Sin embargo, poco o casi nada se comenta de la época a la cual los dos personajes de esa historia pertenecieron. Entonces, el blog Mono Verde Online les trae algo de la historia, no de los dos personajes de la miniserie, sino de la época en que ellos vivieron. Los Años de Oro de la música popular brasileña.

Fue a partir de la Revolución de 1930 y la implantación del “Estado Nuevo” por Getulio Vargas – un terrateniente que tuvo la osadía de amarrar la rienda de su caballo en el obelisco de una plaza en el centro de la ciudad de Rio de Janeiro entonces capital federal – que Brasil pasa de país agrario a país “moderno” y la Radio pasa a ser usada como vehículo básico, que permitió la expansión y consolidación del Estado Nacional y de la Música Popular Brasileña.
La época a la cual pertenecieron Dalva (Vicentina de Paula Oliveira, 1917 – 1972) y Herivelto Martins, 1912 – 1992) es considerada por musicólogos, periodistas e investigadores musicales como la época más gloriosa y dorada de la MPB. Y, ¿cómo surgió esta “Era”?
Para el investigador musical, Sergio Cabral, la época de Oro de la MPB comienza con un decreto gubernamental que permitió a las emisoras de Radio, hacer propagandas de productos comerciales y así pagar adecuadamente a los “artistas populares”, cantantes y compositores. También para Cabral, ese período termina en 1958 con la muerte de Almirante - Henrique Foréis Rodrigues) – (A MPB na Era do Radio, Sergio Cabral- 1976).

La Era de la Radio
A fines de los años 20 y comienzo de los 30 surgen las primeras Radios difusoras – Radio Sociedad de Roquete Pinto, fundada en 1923 – y entre los años 30 y 40 surgen las Radios líderes de audiencia y de comunicación de masa de la historia del país. Radios como: Mayrink Veiga, Guanabara y Nacional poseían los avances tecnológicos más importantes de la época.
Fundada en 12 de septiembre de 1936 en la Plaza Mauá, Rio de Janeiro – siendo transferida para el gobierno federal en 1941 – la Radio Nacional –pre 8, representa la “Era de Oro de la Radio”. Por ella pasaron los primeros ídolos brasileños producidos por la comunicación de masa. En esa época surgieron varios intérpretes, compositores y personajes que hicieron la propia integración nacional a través de sus voces. (Ricardo Cravo Albin – o Livro de Ouro da MPB, 2003, Ed. Ediouro). Todos los grandes cantantes brasileños en las décadas de los 40 y 50 fueron contratados de la Radio Nacional. La época de Oro de la Música Popular Brasileña sigue el desarrollo de la Radio en Brasil.

De todo eso, verificamos que las vidas de los personajes de la miniserie televisiva son apenas pequeños puntos dorados en este inmenso universo lleno de estrellas que fue la época de Oro de la Música Popular brasileña. Universo donde desfilaron figuras importantes de un Brasil que se desarrollaba, se modernizaba y se disfrutaba en los auditorios de las Radios, de los Casinos (Casino de Urca) y de los bares-cafés (Café Nice). Estos son: Carmen Miranda, Mario Reis, Silvio Caldas, Luiz Barbosa, Carlos Gallardo, Patricia Teixeira, Gilberto Alves, Orlando Silva, Marilia Batista, Aracy de Almeida, Dircinha y Linda Batista, Emilinha Borba, Marlene, Angela Maria, Vicente Celestino, Gilda Alves, Francisco Alves, Noel Rosa, Ary Barroso, Luiz Gonzaga, Dorival Caymmi, Nelson Gonçalves, Joel y Gaucho, Alcir Pires Vermelho, Dalva de Oliveira, Nora Ney, Jorge Goulart, Jorge Veiga, Ciro Monteiro, Ademilde Fonseca, Dóris Monteiro, Agostinho dos Santos, Anjos do Inferno, Os Cariocas, Lúcio Alves, Ataúfo Alves, Herivelto Martins, Cauby Peixoto y otros.