Carnaval y Carnavalización

Carnaval reino utópico de la libertad, de la universalidad y de la igualdad humana, donde las tensiones no se rompen sino que se concilian. En la Edad Media era la segunda vida del pueblo. La visión carnavalesca del mundo medieval sería la de una segunda vida, un segundo mundo de la cultura popular, la parodia de la vida ordinaria.

El Carnaval desaparece con la distancia entre los hombres, entre lo sagrado y lo profano, es la parodia del cotidiano, una parodia que niega, rescata y renueva. Una parodia que refleja un mundo no oficial, rompiendo momentáneamente con las relaciones de jerarquía, privilegios, reglas y tabúes. Es la ruptura del tiempo cronológico y lineal, un regreso del hombre al tiempo mítico de los orígenes.

martes, 11 de agosto de 2009

LA EPOPEYA Y LA HISTORIA DEL MUNDO NUEVO

por Pepe C.






Me encanta creer que nuestra realidad es hecha de varios elementos en constante tensión, que nos acampañan desde el principio de nuestras vidas. Tensión esta que es la base de nuestro deseo, historia individual e imaginación creadora. Según el escritor mexicano Carlos Fuentes, “ unos de los aspectos extraordinarios de la nueva novela hispanoamericana es que su estructuración corresponde a la historicidad profunda de la América española. La tensión entre la utopía, la epopeya y el mito”.

Nosotros podemos ir más allá y añadir que no sólo la literatura sino también la cultura latinoamericana, tanto la de la América española como la de la América portuguesa es “la tensión de la utopía y las realidades de la conquista, donde una nueva cultura surgió desde el principio de nuestra existencia poscolombina”.

De la utopía y del mito ya hablamos en textos anteriores. Respeto a la epopeya, Ivo Lucchesi dijo que es indispensable a la epopeya la existencia , como sustentación de la apología del expansionismo o la dominación. Es la ideología de la conquista que hace de la epopeya un canto de glorificación, y por lo tanto, un discurso alegórico del poder. Y que sólo hay epopeya - auténtica - en la historia de pueblos que se lanzaron a las conquistas. Sea el deseo por una nacionalidad aún no definida, o sea el sentimiento por un imperio deshecho, en ambos los casos, um “yo” llora - lamenta - la falta de lo que no hay.

Epopeya es la historia cronológica y lineal y la conquista es la negación y degradación de la utopía. La conquista violenta se tradujo en la exterminación mutua de la utopía y de la épica fundadoras del Mundo Nuevo. El continente americano carece de historia y “la historia la hacemos nosotros, el pasado es parte del presente y el pasado histórico se hace presente a través de la cultura, demostrándonos la variedad de la creatividad humana”. Los hombres y las mujeres hacen su propia historia y lo primero que hacen es su lenguaje y, en seguida, basadas en el lenguaje, sus mitos.

Y al fin y al cabo, la epopeya bastarda y perversa de nuestra realidad degradaría la utopía fundadora, si no interviene la imaginación mítica para interrumpir la fatalidad histórica recobrando así nuestra libertad creadora. En la epopeya, esto sucedió realmente.

1 comentario:

  1. Bueno, esa epopeya de la conquista de América es lo que, al fin y al cabo, nos hizo cómo somos, originados de la transculturación.
    Es siempre bueno leer lo que escribes, Pepe!
    Abrazos!

    ResponderEliminar